La atención profesional a nuestros pacientes es:
Personalizada, garantizando el respeto a sus derechos, valores y su intimidad.
- Segura, evitando procedimientos y actuaciones que sumen riesgos innecesarios al curso clínico del paciente.
- Coordinada e integrada, fomentando el desarrollo de estrategias conjuntas con los diferentes niveles asistenciales de la comunidad y con las diferentes especialidades que sean necesarias para su mejor atención.
- Eficiente, utilizando adecuadamente todos los recursos necesarios para lograr un resultado favorable.